Ubicado en pleno centro de Aranda de Duero, junto a la Iglesia de Sta. María, y en un marco incomparable, una bodega subterránea del S.XIII. El visitante logra asomarse a los entresijos de la larga y compleja elaboración del vino. Con un atractivo planteamiento expositivo, recorre la historia, los procedimientos, las herramientas, los útiles de medida, las botellas, la cata…
El singular espacio museístico promueve el conocimiento del mundo del vino, en concreto, de los vinos Ribera del Duero. El enoturismo tiene la virtud de vertebrar todos los recursos: paisaje y naturaleza, patrimonio artístico, artesanía, ocio y deporte, fiestas y tradiciones, y, por supuesto, gastronomía.